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miércoles, 28 de marzo de 2012

Si algo parece bueno, vamos, para ver si es verdad la cosa...

Cristina Vaamonde, en nombre propio y de UMDG, llama la atención de los ciudadanos (como individuos y como colectivos más o menos organizados y cohesionados), acerca de la fuerte limitación autoimpuesta al dejar de explorar espacios, ver con nuestros propios ojos, ser testigos directos, presenciales y conocer de primera mano quiénes están haciendo qué, y hacerlo del conocimiento público, junto a nuestras consideraciones, si es necesario, orientando, eventualmente, parte del devenir... Además de sumarnos, si cabe, a actividades definidas, por el bien común.

Cristina Vaamonde piensa en el tiempo, que siempre y hoy más que nunca "apremia".

No comulgamos con partido político alguno, mas sí queremos estar cerca de ciertas dinámicas para que nuestra ausencia no de lugar a silencios, omisiones, equívocos más graves de los que ya hay. Es así como estamos buscando acercarnos al MEVEN, asistimos al Congreso Ideológico (llamado de Ecopolítica) del MOVEV, al lanzamiento del Concurso Público para un Parque arbolado en La Carlota (Alcaldía Metropolitana de Caracas), hemos estado presentes en el EOS 2012, en reuniones de las Redes Ecológicas (VP), también con el Diputado Ismael García, con la Concejala Andrea Tavares, con la Comisión Permanente de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la AN... Estos son ejemplos específicos de algunas de nuestras acciones, de las cuales seguramente algunos de nuestros lectores ya han tenido noticia vía Redes Sociales.


¿Imprudencia? Creo que no. Asistir no implica plegarse a partidos políticos, implica transparencia y visibilidad, ambas características de un alto perfil, más bien, y tan necesarias, a nuestro modo de entender. Implica ACTIVACIÓN, también.

Recuerden siempre: el conocimiento tiene poder organizativo.

¡Convocamos permanentemente a tantos y tantos expertos y valiosos especialistas multisectoriales!

Confiamos en que se integrará el que quiera y pueda a aquello que le suene bien y cuadre con su operatividad, según sus altos y encomiables intereses y criterios. Hasta pronto, les confirmo mi más profunda admiración y respeto, reiterándome siempre a sus gratísimas órdenes,



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Cristina Vaamonde Leáñez
Directora fundadora | AC Una Montaña de Gente UMDG
Miembro del Comité de Áreas Naturales Protegidas | Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales SVCN
Presidenta de la Federación Ambientalista Internacional | Sede Caracas - Vzla
Miembro activo | AC Ciudadanos Verdes
unamontañadegente
+58 414 3149655 | 212 537 7434

jueves, 22 de marzo de 2012

Visita al manicomio de animales

Léanlo todo, por favor.


"Este texto extraordinario y terrible debería ser leído, compartido y discutido por mucha gente en nuestro país, para así derribar muchos mitos que quedan en nuestra cultura ciudadana sobre los animales silvestres en cautiverio y finalmente comenzar a trabajar en serio para acabar con esta práctica nefasta e inhumana."
 
Alejandro Álvarez Iragorry
 
  
Visita al manicomio de animales
 
Posted: 20 marzo 2012 in José Alejandro Castaño

Etiquetas: animales, Colombia, Soho, Tortura
 
 
Los indios sioux de Norteamérica creían que las pupilas de un águila eran tan profundas que la tierra entera cabía en ellas. Animales, montañas, ríos, mares, árboles, nubes. Eran ventanas, creían, por las que dios se asomaba a contemplar su creación. Por eso, antes de hacerse guerreros, los varones de la tribu debían buscar un águila, ponerse frente a ella, mirarla fijamente y esperar a que el animal les observara el alma. Los sioux creían que los ojos insondables de las águilas podían descifrar el espíritu de un hombre y saber si era digno de respeto. Yo ahora observo al ave enjaulada y trato de que ponga sus ojos en los míos. Es una pescadora, una de las rapaces más grandes del continente. Alas cafés, pecho muy blanco, ojos de un amarillo intenso, pupilas negras, pico curvo, garras largas de cuatro dedos, una atrás, reversible, para ensartar los peces de los que se alimenta. Sus alas extendidas quizás midan lo mismo que un jugador de baloncesto. Pero no las abre. Ella permanece encogida, con la cabeza hacia abajo y la mirada inquieta, sin detenerse en ningún punto. No está enferma, nada le duele. Es solo que se cree gallina. La culpa es de un hombre que la tuvo encerrada en el patio de su casa en Tierralta, Córdoba. Era casi un pichón y él creyó ingenioso meterla en un guacal con pollos para engorde. El animal nunca aprendió a volar ni a cazar y en cambio casi cacarea. Hace meses la Policía al fin la rescató y ahora permanece en esta jaula de un centro de atención de fauna silvestre en Montería, una especie de manicomio para fieras. ¿Pierden la cordura los animales?
 
Santiago Monsalve es médico veterinario y dirige esta suerte de sanatorio psiquiátrico en las afueras de Montería, muy cerca del camino que lleva a una de las fincas donde el Presidente de la República colecciona caballos pura sangre. La ropa de Monsalve no se parece al clima vaporoso de esta sabana enorme, inundada aquí y allá por lagunas que se rebosan en invierno. Ochenta kilómetros al norte está el mar. El calor se escurre por la espalda. Él viste camisa a cuadros, manga larga, jeans de mezclilla, gafas Ray Ban, tenis Converse. Él, como los animales que intenta salvar, también lleva una etiqueta de metal. Es una argolla que alguien le ensartó en la nariz. Monsalve huele a colonia, una dulce que se mezcla con el orín de las jaulas que señala a su paso. Titíes, guacamayas, pericos, tortugas, monos, tigrillos, tucanes, águilas, coatíes, pumas y un leopardo hembra, todos, unos más, otros menos, enfermos de una locura no siempre temporal. Humanización, así le dicen, y los síntomas son reconocibles.
“Águilas con el pico cercenado, tigrillos con las garras amputadas, micos sin cola, guacamayas con las alas cortadas, felinos con los dientes arrancados”, enumera Monsalve, después se quita el sudor acumulado en la frente con el dorso de la mano. No todos los síntomas de humanización son obra de sujetos mal encarados, armados con sierras y cuchillos y las mejillas salpicadas de sangre. En realidad, advierte el médico veterinario, mucha de la locura impuesta a los animales es obra de gente en apariencia bondadosa: padres cariñosos que compran un mono tití para el cumpleaños de su hija, abuelos juguetones que no pueden evitar llevarse a casa una lora para su nieto preferido, esposos enamorados que de pronto imaginan que el mejor regalo de aniversario es un oso perezoso para colgar en el patio de su casa, una mujer en plan de conquista que aspira a sorprender a su novio con un tigrillo bebé, el compañero de oficina que el día bobo del amor y la amistad ya no quiso regalar un bonsái sino una tortuga envuelta en papel de celofán. Toda gente buena. Y ningún lugar es tan propicio para irse de compras de fauna salvaje como las carreteras del país que, lo mismo que cualquier centro comercial, también tienen su época de promociones. La Troncal de la Costa, por ejemplo, con nombre de outlet, es el gran bazar donde todo se consigue, especialmente en Semana Santa y Navidad, épocas en que la humanidad se supone más humana y medio millón de carros y de buses se atiborran de familias felices rumbo al mar. Pero el comercio casi siempre ocurre de regreso, que es cuando la gente compra los suvenires, esas constancias de viaje que no deben faltar si se quiere convencer a los vecinos de que el bronceado no es de una finca en las afueras. Esa tal vez sea una pista de cómo comienza todo: como una necesidad de ostentación. Todos los hemos visto.
 
Hombres y a veces mujeres se paran al lado de la vía con osos perezosos, titíes, loras, iguanas, armadillos, pavas, ocelotes.
—¡Lléveselo a la nena que es mancito, patrón!, —dice un muchacho de sombrero y de sandalias. La camisa muy húmeda.
—¿Y eso es qué? —pregunta un hombre tras el volante mientras termina de bajar el vidrio de su carro y se levanta las gafas de sol para contemplar el animal.
—Es un osito, una belleza. De ahí no crece mucho, vea pues, y nunca muerde. Le puede dar frutas y arroz —explica el vendedor, curtido en años de trajín. Una adolescente comienza a lloriquear en el puesto de atrás. Tendrá 14 años. El muchacho ve su oportunidad.
—Vea, patrón, que su hija quiere. Esto es mejor que un computador y le enseña más —insiste. La niña hace su parte.
—Papi: una amiga del colegio tiene uno y es divino, ¡supertierno! —dice ella con voz chillona. La venta se cierra con dos billetes de 10.000 y una botella de agua que la madre, humana, saca de una nevera portátil y le obsequia al vendedor parado sobre el asfalto tan caliente. Poco después el animal recibirá un nombre humano, de niño, tal vez, igual al de un primo, o al de ese amigo de la casa al que todos quieren mucho. Con el tiempo le comprarán una correa para el cuello y ropa de bebé y un canasto para dormir con motivos del Oso Yogui, y le obsequiarán juguetes para que se distraiga y le darán frutas y trozos de pan remojado en chocolate. Cuando la familia vaya de visita lo llevarán a él en su cunita y todos contarán entre risas que ‘Simón Martínez’ es muy aseado, que nunca es agresivo, que entiende cuando le hablan y que ahora, vea usted, es como otro hijo. La crueldad también puede ser así de entrañable y nadie darse cuenta. La bióloga Vivian Ochoa lo ha visto muchas veces.
 
Ella recuerda que en el manicomio de animales hay una mona capuchina que un humano torpe dijo querer mucho. La tuvo encerrada tanto tiempo jugando a que era su muñeca que el animal ya no sabe buscar comida por su cuenta. Llegó muy flaca al albergue, malnutrida por culpa de una dieta que quizás incluía galletas oreo y sobras de sopas y espaguetis. En libertad, dice Ochoa, los monos tienen un régimen alimenticio que incluye cientos de semillas diferentes. Para el caso de los titíes, por ejemplo, esa dieta es de al menos setecientos frutos, todos distintos entre sí. ¿De dónde sacó el hombre opresor y estúpido que el pan remojado en chocolate es dieta para loras, monos, osos perezosos? Pero el mayor reto de los biólogos del albergue no es enseñarle a comer a la mona por su cuenta, ojalá fuera eso. El animal enloquecido se sumerge en estados depresivos y se arranca los pelos de la vulva. A veces lo hace con tanta rabia que se desgarra la piel y grita de dolor. La pobre capuchina mira al vacío. No salta, no come, se muerde las manos, de pronto aúlla. Le ofrecen frutas, no las reconoce. ¿En qué piensa la mona? La misión del albergue es deshumanizar a los animales y, tras un proceso que siempre toma meses y dinero, intentar devolverlos a su hábitat. La capuchina, no importa lo que intenten, ya nunca volverá al bosque con los suyos. Deberá morir entre rejas por el amor de una familia que la convirtió en mascota.
 
***
 
Altos de Polonia es un caserío de veinte casas al borde de la Troncal de la Costa, a unos cuarenta minutos de Montería. Casi todas sus familias sobreviven del tráfico de fauna silvestre, especialmente de loros y de canarios y, a veces, de osos perezosos y de monos aulladores. Pero a esos animales ya no los cazan ellos porque en el bosque seco que aún les queda desaparecieron hace tiempo. Elías Morales cuenta que los micos y los osos los traen otros campesinos de muy lejos, y que se los dejan a ellos porque los turistas que regresan de Cartagena, de Santa Marta, de Tolú, de Coveñas, ya saben que en Altos de Polonia siempre hay un surtido de animales en promoción. Elías tiene nombre de profeta. Pronto cumplirá 53 años, tiene siete hijos, es flaco, de piel oscura, pelo indio, manos nervudas, pies descalzos. La Policía lo persigue a él y sus vecinos, dice, desde hace un tiempo, desde que comenzaron a salir esos comerciales en la televisión contra el tráfico de fauna silvestre. “Ahora a todos les dio por ser amigos de los loros”, se queja el hombre y se rasca la cabeza sudorosa. El otro día, cuenta Elías, un carro antimotines llegó hasta el caserío y un montón de policías con cascos y bastones se metieron a las casas, levantaron camas, esculcaron cajones, revisaron techos, movieron trastos. Nada quedó en su sitio. Elías dice que el tropel de botas pasó rápido porque en las casa de Altos de Polonia no hay mucho que esculcar. “¿Muebles? Casi nadie tiene. Las ollas son dos y la ropa es la que uno lleva puesta. Lo demás está en el suelo”, suspira el hombre. Su casa es de piso de tierra, techo de paja y espacio sin muebles. Apenas dos camas y el humo de la cocina que mancha los muros levantados con barro y caña brava. Hay un televisor sobre dos cajas de cerveza y jaulas vacías colgadas en el techo. El día que llegó la Policía la gente de Altos de Polonia perdió solo loritos. Nadie supo cuántos. Los antimotines se los llevaron en una caja sin contarlos. En Semana Santa todos temían que no los dejaran trabajar. Ellos, los vendedores de fauna, tienen sus derechos, dice Elías.
 
Sofanol Hernández cumplió 48 años, lleva 25 vendiendo fauna silvestre a los turistas que pasan y dice que consiguió su casa “a golpe de loro”, lo dice así, y después se encoge de hombros. Él también es flaco, de piernas bajo las cuales se adivinan las venas. Mueve las manos cuando habla y jura que no es ningún delincuente. “Ahora nos llaman traficantes. ¿Traficantes de qué?”. Sofanol dice que la vez que entró la Policía a Altos de Polonia aporreó a perros y a señoras y a niños. “Traficante es un señor con corbata que gana millones. Nosotros no tenemos más trabajo que el que nos dan los pajaritos. ¿Con qué alimentamos a los hijos?”, pregunta el hombre y se queda viendo a los tres funcionarios que han venido esta tarde a visitarlos para insistirles que ya no venden fauna al borde de la vía. A cambio les han propuesto crear una cooperativa. Esta es la cuarta de otras reuniones que ya tuvieron antes. Al principio, recuerda la trabajadora social Hedy Pestaña, ninguno de los campesinos quería saber nada de conservación. A ella, la primera vez que fue a hablarles, la amenazaron con un machete y la hicieron correr. Ahora esas mismas personas la escuchan hablar y a veces asienten con la cabeza. ¿Será posible que estas familias ya no comercien animales en vías de extinción? Pestaña cree que la única salida es que el Estado les brinde opciones de empleo, pero no por temporadas, cada que algún político depredador necesite votos. Esta tarde, por ejemplo, ella y sus colegas de la Universidad de Córdoba les han traído tablas para que los campesinos construyan nidos de picingos, un pato migratorio que llega a los lagos y ciénagas de Montería y que los paramilitares usaban para entrenar tiro al blanco. Cuatro tablas se requieren para un nido, cinco nidos por familia, cada uno se paga a 50.000 pesos. Es algo, suspira Pestañas, ojalá el comienzo de un caserío sin jaulas escondidas en los techos.
 
***

En el sanatorio hay un puma que un hombre tuvo por años en el solar de su casa en Lorica. Lo alimentó con cuido para perros, a él, que es un gato poderoso. El animal casi muere de desnutrición y perdió un colmillo por falta de vitaminas. Ahora el felino mueco ya no puede liberarse porque, además de que no puede cazar, aprendió a ronronear para pedirles comida a los humanos. Al parecer, el puma fue cazado por encargo en el Nudo de Paramillo, ese santuario ecológico que es la casa de cientos de guerrilleros narcotraficantes. Nadie sabe cuántos osos de anteojos y jaguares quedan en las selvas colombianas. Se sabe que los guerrilleros, además de deforestar miles de hectáreas de bosque irremplazable para sembrar coca y amapola, también fusilan fauna salvaje para alimentar a sus tropas. País de idiotas, se sabe. El médico veterinario Santiago Monsalve invierte semanas en tratar de devolverles la ferocidad y la agilidad a los animales recuperados por la Policía. A veces él y sus compañeros lo logran, por suerte, pero son casos excepcionales. Hace dos meses, por ejemplo, después de veinte semanas de insistencia, lograron agrupar una manada de titíes cabeza blanca entre once individuos rescatados. Solo cinco pasaron las pruebas de convivencia, agilidad y temor a los hombres que necesitan para vivir en el bosque. La clave de todo fue que entre el grupo de monos descubrieron una hembra líder que aún recordaba la dieta de semillas de la que se alimentan. Fue ella, la hembra alfa, quien escogió a los miembros de su manada. Finalmente, en un bosque seco, uno diminuto que las vacas de los ganaderos de Córdoba todavía no devoran, fueron dejados en libertad. ¿Pero será hasta cuándo?
 
 
Hace apenas unos días, la Policía encontró un león en una de las haciendas del paramilitar Carlos Mario Jiménez, alias ‘Macaco’. Al parecer, el mítico matón, también ganadero y hacendado de Montería, alimentaba al felino con la carne de los hombres que ordenaba matar. Pero esa es historia conocida. Se sabe hace tiempo que todos los narcotraficantes sucumben al gusto por las fieras, algunas de las cuales bautizan con nombres infantiles como ‘Copito’, ‘Cenicienta’ y el ‘Gato con Botas’. Esos animales humanizados con semejante crueldad jamás son liberados. Al león de ‘Macaco’, por ejemplo, lo mandaron al zoológico de Medellín, que se llama Santa Fe por alguna triste ironía, para convertirlo en animal de exhibición. En el manicomio de animales hay una hembra de jaguar que está loca, pero de otra forma. Santiago Monsalve cuenta que el mafioso que la compró siendo todavía cachorra nunca quiso alimentarla con carne humana y en cambio ordenó cortarle los colmillos y la última falange de cada dedo para evitar que le crecieran las garras. Después la liberó en el jardín de una de sus mansiones, tal vez porque sus manchas negras en forma de mariposa le hacían juego con los muebles, quién sabe. Ahora el felino permanece en una jaula de alambres y lanza manotazos sin peligro a los trabajadores que se le acercan. La jaguar ruge poderosa, pero de pronto se echa sobre la espalda, estira las patas y espera que alguno le sobe la panza. Alguien dirá que el gesto es tierno, pero no hay ternura en la boca y en las manos cercenadas a golpes de cincel y de alicate. ¿Quién le impuso a este felino imponente la ridícula condición de muñequito de felpa? Quién habrá sido, el muy animal.

Desde Una Montaña de Gente, decimos:
Solo la educación garantizará otro tipo de acciones; mientras tanto, rigen los desaciertos, la comisión deliberada de actos tan dañinos como los referidos, el silencio cómplice que acompaña a la indiferencia, la omisión permisiva, la flaccidez de la voluntad, la inconsistencia... Ante eso, insistimos, la educación, que en estos tiempos ha de ser ambiental per se.
 

Cristina Vaamonde Leáñez
Directora fundadora | AC Una Montaña de Gente UMDG
Miembro del Comité de Áreas Naturales Protegidas | Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales SVCN
Presidenta de la Federación Ambientalista Internacional | Sede Caracas - Vzla
Miembro activo | AC Ciudadanos Verdes
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miércoles, 21 de marzo de 2012

Intervención de Una Montaña de Gente en el Cabildo Abierto con motivo del lanzamiento del Concurso de Ideas para un Parque en La Carlota

Martes 20, Marzo 2012

Muy buen día, en nombre de la Asociación Civil Una Montaña de Gente, el Comité de Áreas Naturales Protegidas de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, la Federación Ambientalista Internacional Capítulo Caracas - Venezuela y todos los amigos de la vida, la gente y el ambiente, agradecemos y felicitamos a todos aquellos que nos precedieron en la palabra; nuestros respetos y admiración.

El ambiente es un asunto clave para la supervivencia de la Humanidad, relacionado e implícito en absolutamente todos los elementos y facetas de nuestra vida pública y privada, individual y colectiva, presente y futura.

Los ambientalistas abogamos por el rescate de nuestra metrópoli, visto que sí existe una Caracas dentro de Caracas, y es la que está atrapada en el cúmulo de errores y pasivos ambientales tras décadas de gestiones sin visión, exentas de justicia para con la necesidad de una ciudad ambientalmente sustentable y sostenible.

Favorecer el incremento de nuestra calidad de vida parte de considerar con toda seriedad y responsabilidad las condiciones naturales que determinan el perfil actual del medio urbano: características climáticas y variables meteorológicas, relieve, población vegetal y biodiversidad urbana en general, redes hidrográficas, aspectos paisajísticos, entre otras inflexiones, a las cuales se suman instancias de la realidad constructiva de la urbe, como la concentración demográfica y la suficiencia o crisis de los servicios públicos.

Priva erigir un espacio público apropiadamente utilizado en cuanto a superficie, volumen y aprovechamiento de agua y energía, a salvo de diatribas legales, y cuya justificación y efectos, en términos de la sustentabilidad y sostenibilidad ambiental de nuestra ciudad, sean amplios, para el mejoramiento de la calidad del aire que respiramos en este eje y su área de influencia; para la mitigación del incremento de la temperatura, acentuado en la década en curso y la inmediatamente anterior; para la adecuada ventilación, la regulación de la pluviosidad, el fomento de la expansión de nuestros bosques urbanos y de la vida que los mismos albergan, lo cual disminuiría el efecto "Isla de Calor" que en este momento acusamos, a partir de este núcleo de protección en caso de contingencias.

En este caso, estamos hablando de que si al menos el 50% de La Carlota, convertida en gran parque arbolado, contuviese unos 45 mil individuos (entre árboles y arbustos) -c/u de los cuales garantiza la existencia de al menos 20 especies distintas, que constituyen parte fundamental de nuestro patrimonio natural y del equilibrio entre los diversos elementos de esta unidad Parques Nacionales-Parques Urbanos-Zona Protectora-, cientos de personas se verían directa y permanentemente beneficiadas, al respirar un aire menos viciado, y millones de ciudadanos de toda la región capital contarían con un lugar para el encuentro, el esparcimiento y la promoción y protección de su salud integral, en donde disfrutar de nuestras bondades naturales. Un lugar bien planificado lleno de sombras benévolas bajo los árboles y sus frondas, para que las ideas encuentren cobijo y nutrimentos y puedan alcanzar y conquistar los cielos despejados de una metrópoli reconectada que sea obra de todos, para vivirla a plenitud.

La Carlota, entonces, ha de ser el aula abierta para la educación práctica, orgánica, permanente, de una ciudadanía ambientalmente corresponsable.

Bienvenidas y bienvenidos quienes nos seguirán en este importante ejercicio de la palabra, sin olvidar a lo que vamos: ¡ACCIÓN!

Muy agradecidos.


Cristina Vaamonde Leáñez
Directora fundadora | AC Una Montaña de Gente UMDG
Miembro del Comité de Áreas Naturales Protegidas | Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales SVCN
Presidenta de la Federación Ambientalista Internacional | Sede Caracas - Vzla
Miembro activo | AC Ciudadanos Verdes
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viernes, 9 de marzo de 2012

Caso derrame petrolero en el Río Guarapiche


DATOS QUE MANEJAMOS HASTA EL MOMENTO: lamentablemente ya el daño está hecho...

El derrame:
Al menos entre 18 y 22 horas estuvo derramándose el crudo sin control alguno, luego de la rotura, el sábado 4 de Febrero, de un oleoducto en el Complejo de Jusepín, y ello debido a órdenes y contraórdenes, burocracia, ausencia de personal calificado y falla de sensores y válvulas, las cuales no pudieron ser operadas oportunamente, ni de manera automática ni de forma manual. rápidamente el crudo se dispersó  lo largo de 80 Km del río Guarapiche.

La recolección de crudo:
Comenzó a hacerse por personal inadecuadamente equipado y en parte con escasa o nula capacitación, a quienes se ofreció pago, cosa que al parecer tampoco se ha cumplido del todo. Su exposición directa y prolongada al contacto con el petróleo y sus emanaciones, amerita sean evaluados sanitariamente, cuanto antes.

Efectos inmediatos de la contaminación en el agua y el sustrato:
Menos oxígeno disuelto, mayor temperatura, menor transparencia, mayor turbidez, pérdida de nutrientes, menor diversidad, modificación del sustrato (sedimentos), menor producción primaria y productividad. Inicio de la bioacumulación de metales pesados, toda la cadena trófica afectada, en cuya cúspide está el humano.

Leyes y normas quebrantadas, con negativo impacto ambiental y sociocultural:
DDHH fundamentales: Derecho al agua, derecho a un ambiente sostenible
Artículos 127, 128 y 129 de la CNB
LOT (Ley Orgánica del Trabajo)
LOA (Ley Orgánica del Ambiente)
LOPNNA
LOPCYMAT
Acuerdos internacionales de pesca con Trinidad y Guyana
Decreto N° 883 respecto a la Norma de Calidad del Agua (las permitidas para diferentes actividades y consumo humano: 1-A y 1-B).

Sistema hidrográfico dañado:
Cuencas afectadas en lo inmediato y a corto, mediano y largo plazo: ríos Guarapiche y San Juan, Parque Nacional Turuépano (penetración en su red fluvial, debido a las corrientes del Golfo y a las mareas), Delta del Orinoco, Golfo de Paria. En cuanto al Guarapiche, más de 120 Km de longitud. Al parecer, no se observan peces en una extensión de 160 Km, lo que da cuenta del grave daño y su paulatina extensión... estas cuencas tienen gran importancia ictiogeográfica y evolutiva de la ictiofauna continental: 218 especies, muchas de ellas solo señaladas en estos ríos; al menos 4 endémicas (solo existen aquí).

El problema del agua y la población:
Aún no es potable, no puede ponerse en funcionamiento la plata potabilizadora del bajo Guarapiche en razón de que en las bombas de captación se observan residuos de crudo ("un pegoste", como lo describió el gobernador de Monagas, "el Gato" Briceño), así como también trazas evidentes en el agua, observables a simple vista, como una película oleosa sobre el río, además del característico olor a combustible y hasta el sabor a gasoil del pescado..., porque es que algunas personas se han visto en la necesidad de consumir pescado contaminado.

Problemas sanitarios:
Los derivados de la falta de suministro de agua potable, tales como cuadros diarréicos y enfermedades infecciosas.
Los derivados de la exposición a los contaminantes: problemas en piel y mucosas; cáncer.
Los derivados a la poca disponibilidad de alimentos en cantidad y calidad suficientes: malnutrición.

Cantidad de crudo derramado:
Cifra no oficial: aproximadamente 100 mil barriles, esto es, 169000 litros de crudo liviano, más o menos 14 toneladas.
Cifra oficial: unos 50 mil barriles, 7 Tons, de las cuales quedan en el río 2 Tons. ESTA CIFRA NO ES REAL, la cantidad de petróleo derramado que aún queda en el río Guarapiche es superior.

Especies afectadas:
Ictiofauna: bagres y otros peces; pesquería que forma parte de los medios de subsistencia de gran número de pobladores locales
Anfibios
Aves: locales y migratorias
Mamíferos: Manatí, Nutria, Danta, Venado Matacán, Tigre, Monos
se ha observado mortandad de fauna y flora.
Especies endémicas del PN Turuépano.

Especies vegetales y sistemas forestales afectados:
Al menos 10 Ha (100.000 m2) de vegetación afectada, cubierta de petróleo; manglares, morichales, bosque monzónico tropical, bosque de galería, bosque de piedemonte, bosque siempreverde, bosque de manglar (Golfo de Paria), rubros agrícolas (pérdidas totales y suelos no aptos a partir de ahora).

Terrenos afectados:
Unas 300 Ha (3.000.000 m2) de superficie destinada a usos agrícolas. Un volumen no determinado de suelos, por percolación del crudo en el sustrato.
Zonas de anidación, desove e incluso hábitat de vertebrados e invertebrados.

Actividades económicas perjudicadas:
Pesquería
Agricultura
Ganadería
Turismo

Contaminantes diseminados y acumulados:
Por tratarse de hidrocarburos aromáticos, hay varios elementos que se liberan y dispersan a partir de la exposición del crudo en contacto con el agua y expuesto al sol y al aire, que son cancerígenos, entre ellos Benceno, Tolueno y Xileno. En cuanto al subsuelo y el sistema hidrográfico, una vez más, ocurre la migración de fracciones solubles hacia los acuíferos.

Remediación:
Limpieza del río demorará muchos meses, no es posible usar solventes, la biorremediación por procesos anaeróbicos empleando microorganismos o bacterias es muy lenta, al ser realizada por goteo. Hay que considerar procedimientos en cuanto a los suelos y el aire.

Entes que se han pronunciado categóricamente hasta el día de hoy:
PROVEA
Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales
Dr. Alfredo Machado-Allison (Director del Instituto de Zoología y Ecología de la UCV)
Red ARA
Una Montaña de Gente | SVCN | FAI | Red Vida y Ecología | ASONACECO | Ojiru Vida Ecológica | Asochuao | FAU70's | Unión Bolivariana de Estudiantes UBE
UNIMET


Cristina Vaamonde Leáñez CI 10474714
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Reactividad aguda y crónica, o cuando la captación está sobre el tapete

A propósito de uno de los significados de Alejandro, "defensor de la Humanidad", y en razón del tiempo, que es éste, y nos falta...
Comentarios y planteamientos a los artículos de Alejandro Álvarez y Alejandro Luy:
La construcción de la cultura ambiental en Venezuela | Parte 1. Susanita, Carlos Genatios y la construcción de una sociedad ambientalmente sustentable
Abriendo la participación: "La culpa no es (solo) de la estaca"

La culpa no es (solo) de la estaca*. Alejandro Luy. 

Dos casos de afectación socioambiental de los cuales toda Venezuela tiene mayor o menor noticia, que son los del Lago de Valencia y los recientes derrames petroleros en Monagas y Anzoátegui, al decir de algunos funcionarios de la Comisión Permanente de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la Asamblea Nacional, cuya identidad, a petición, mantendremos en reserva, supuestamente constituyen los principales temas de trabajo y motivo de "preocupación" por parte de la referida instancia parlamentaria.

Debo decir que ambos expedientes, además de gritar una realidad de país sumamente inquietante, dejan expuesto uno de nuestros signos sociales debilitantes, como es la praxis de la reactividad. Pensamos que esta característica de nuestra forma de afrontar el acontecer que compromete los destinos de todos es sinónimo de crisis aguda, pero queda claro que no es así en todas las oportunidades, porque el grave asunto del Lago de Valencia está siendo "ventilado" desde hace años, no de ayer para hoy, como aún Guarapiche. O sea, en cuanto al Lago de Valencia, se trata de reactividad crónica. Con sus altos y bajos, claro está.

Captación sobre el tapete
...para no esconder los delitos ambientales debajo del tapete, la gente debe presionar a quien le compete.
La planta potabilizadora de agua del bajo Guarapiche no bombeará todavía, debido a que no está certificada la potabilidad del agua y se observó un pegoste de petróleo en las bombas de captación, como también a simple vista trazas de crudo formando una película oleosa sobre las aguas del río y en las riveras y sistemas radiculares -provenientes del derrame luego de la rotura de un oleoducto en el Complejo Jusepín, el pasado 4 de Febrero- amén del olor penetrante y del "sabor a gasoil" en la carne del pescado que, según algunos maturinenses, la gente habrienta se ha visto en la necesidad de comer, aún sabiendo que está contaminado.

¿Dimes y diretes, posiciones encontradas, minimización de la importancia y gravedad que revisten los temas vs exageración, mediatización...? Es necesario manejar información y difundirla organizadamente, buscar acceder a ella es el reto, pues no caerá del cielo ni vendrá en un vaso con agua, ¿o sí?

Hablando de organizar, también es necesario articular a la ciudadanía, es imprescindible la captación de la atención, conciencia, voluntad y acción de la gente, ¡es fundamental! mover esa masa desordenada de inquietudes, de dudas, en una dirección y sentido acertados, a ver si vamos fortaleciendo, yo diría paulatinamente ya mismo, si me permiten esta licencia en la lengua y vehemencia al expresarme, fortaleciendo, decía, al contralor ciudadano, a fin de que juntos ejerzamos la presión correcta hacia nuestras autoridades, quienes administran las políticas públicas, quienes tienen la encomienda de (cumplir y) hacer cumplir las leyes de nuestra República y promover el respeto a los derechos universales, para que se de satisfacción plena a nuestras demandas, para no insistir en los errores, para no continuar alimentando la impunidad, para no acrecentar los daños, para planificar y no improvisar, y pare de contar...

Este domingo 11 de Marzo de 2012, de 7:00 am a 1:00 pm, estaremos inscribiendo aspirantes a formar parte de Una Montaña de Gente, en la Cota Mil (Av. Boyacá), exactamente a la entrada del sector Sabas Nieves del Parque Nacional El Ávila, a la altura de la Urb. Altamira (Caracas). Quería consultar a Alejandro Álvarez, Alejandro Luy, demás respetables compañeros, especialistas, agremiados, maestros, líderes, si están ustedes realmente dispuestos a tomar en cuenta a este potencial voluntariado activista que, entre paréntesis, requerirá de formación, para indicarnos directamente o a través de las organizaciones que represento, oportunamente (esto quiero resaltarlo), acciones concretas para ejercer eso que llaman activismo ambientalista.

Espero haber logrado ser, a la vez, breve y clara en estos comentarios y planteamientos, y quedo a la espera de sus respuestas.



Cristina Vaamonde Leáñez CI 10474714
Directora fundadora | AC Una Montaña de Gente UMDG unamontañadegente
Miembro del Comité de Áreas Naturales Protegidas | Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales SVCN
Presidenta de la Federación Ambientalista Internacional | Sede Caracas - Venezuela
Miembro activo | AC Ciudadanos Verdes
+58 414 3149655 | 212 537 7434               
unamontanadegente@gmail.com | www.unamontanadegente.blogspot.com | www.fai.org.ve | @1montanadegente
Facebook: UNA MONTAÑA DE GENTE y Federación Ambientalista Internacional | Sede Caracas - Venezuela

POR LA VIDA Y LOS BOSQUES: ¡Evita imprimir innecesariamente! En caso de no poder evitarlo, por favor reutiliza el papel.

jueves, 8 de marzo de 2012

Abriendo la participación: "La culpa no es (solo) de la estaca"






Este es una muy bienvenida respuesta de Alejandro Luy al artículo “La construcción de la cultura ambiental en Venezuela:  Parte 1.  Susanita, Carlos Genatios y la construcción de una sociedad ambientalmente sustentable” colocada en una entrada anterior y que para mi permite abrir el diálogo, la discusión de propuestas, ideas y puntos de vistas, la apertura a la diversidad y a lo opuesto-complementario. 


Mis comentarios al mismo los coloco más abajo.




Complemento y respuesta al artículo “La construcción de la cultura ambiental en Venezuela:  Parte 1.  Susanita, Carlos Genatios y la construcción de una sociedad ambientalmente sustentable” de Alejandro Álvarez.


Alejandro Luy
Gerente general de Fundación Tierra Viva

I
El 31 de octubre de 2011 y a partir de una invitación de Feliciano Reyna presidente de Sinergia, institución co-organizadora del Encuentro de Organizaciones Sociales, participe en la reunión preparatoria de dicho evento.  Lo hacía con dos cachuchas: Fundación Tierra Viva y la Red Ara, donde soy miembro del Comité Coordinador. Era el único representante de una ONG "ambiental".

Ese día, a partir del primer borrador de trabajo, se logró algo básico, importante; quizás insuficiente.  La mesa de Vivienda e Infraestructura, pasó a llamarse Hábitat e Infraestructura, a fin de que el “ambiente” pudiera hacerse presente de alguna manera en el encuentro.

A partir de allí, prácticamente al día siguiente y por varias vías, informé a decenas de ONG “ambientales” sobre el evento y las posibilidades de participar que, para ser franco, no estuvieron del todo claras incluso hasta el último momento.  La respuesta a mi llamado inicial y luego continuado por el comité organizador por parte de las ONG ambientales (al menos en Caracas) fue pobre, muy pobre.

En un evento donde hubo centenares de “organizaciones sociales”, educativas de salud, derechos humanos, de género, etc., las que tienen algún trabajo con el ambiente que identifiqué eran: Una Montaña de Gente, Fundación Vivienda Popular, Acción Campesina, Cesap, Por la Caracas Posible, Fundación Tierra Viva y Red Ara, estas dos últimas bajo mi representación.

II
En su artículo “La construcción de la cultura ambiental en Venezuela:  Parte 1.  Susanita, Carlos Genatios y la construcción de una sociedad ambientalmente sustentable”, Alejandro Álvarez expresa un legítimo malestar por la poca importancia que la sociedad, y específicamente el Encuentro de Organizaciones Sociales le da al ambiente. 

Señala: “El punto es, que sí para este personaje (Carlos Genatios), así como al resto de los prestigiosos organizadores de este evento, no les resultó del todo obvio que el tema ambiental es prioritario y estratégico para el desarrollo del país, y, que las organizaciones ambientalistas de la sociedad civil son una parte significativa del entramado social del país, entonces  ¿qué podemos exigirle al resto de los habitantes e instituciones?”.

III
Creo que uno de los retos que tenemos las ONGs ambientales es el de ganarnos el espacio necesario para hacer entender a distintos públicos (academia, políticos, ciudadanos comunes, “organizaciones sociales”) la importancia del ambiente en el desarrollo del país.  Es evidente que en este país, eso debemos hacerlo “pulseando” todos los días en todos los espacios que nos ofrezcan o donde podamos colarnos.

Pareciera que el hecho de que hagamos un trabajo bueno y significativo (de lo cual no tengo dudas), es condición suficiente para que la gente entienda sobre la importancia del ambiente y la relevancia del trabajo de las ONG ambientales.  Luego todos correrán desbocados a buscarnos.  La mala noticia es que, lamentablemente, en este país eso no es así.

IV
Yo estuve el día de la inauguración del Encuentro de Organizaciones Sociales, y luego en la Mesa de Hábitat e Infraestructura, no como expositor sino como comentarista y en 5 minutos deje tres ideas, ante un auditorio repleto de un público que pocas veces nos escucha:

  1. El desarrollo en Venezuela debe ser sustentable; y por tanto el ambiente es una pata de ese desarrollo y no un tema transversal o complementario.
  2. Se requiere fortalecer la institucionalidad ambiental en Venezuela; un Ministerio del Ambiente con el 1% del presupuesto nacional y un Instituto Nacional de Parques con el 0,04% no pueden garantizar la conservación efectiva de áreas protegidas que garantizan electricidad para el 70% de los venezolanos y agua para 20 millones de habitantes.
  3.  La biodiversidad  es un elemento para el desarrollo sustentable; no es como muchos creen y predican un obstáculo para una mejor calidad de vida.

V
Estoy agradecido de que Feliciano Reyna me haya invitado a la reunión preparatoria, con Carlos Genatios por darme espacio para los comentarios y en general a quienes concibieron el Encuentro de Organizaciones Sociales.

Sin embargo, como evaluación de ésta iniciativa, los organizadores del Encuentro de Organizaciones Sociales deben en un próximo evento estructurar una mesa específica de ambiente, y algunos de los motivos de la petición y las necesidades quedan expresados en el artículo de Alejandro Álvarez y en estas líneas.

Pero por otra parte, yo creo que las organizaciones ambientales debemos reflexionar acerca de la estrategia para captar la atención de nuestro trabajo en un público distinto al cual están acostumbrados, con el fin de lograr introducir el ambiente en la agenda de distintos sectores y en los propio ciudadanos.  No se es exitoso sólo hablándole a los conversos.

Así, no basta con culpar a aquellos para los que el ambiente no tiene la misma importancia que nosotros le asignamos (y que se merece) sino asumir nuestras fallas en el proceso de “evangelización” sobre el ambiente.

Parafraseando el dicho popular, la culpa no sólo es de la estaca si el sapo salta y se ensarta.



Mis comentarios a este artículo de mi tocayo Alejandro. 

En primer lugar, quiero decir que, estoy totalmente de acuerdo con el punto de vista de Alejandro, y que como el claramente lo expresa, es complementario a lo dicho en el primer artículo de la serie sobre la construcción de la cultura ambiental en Venezuela. De hecho, uno de los artículos de esa serie estará dedicado a las ONG ambientalistas de Venezuela sus fortalezas y debilidades, incluyendo algunas de sus debilidades estructurales, las cuales llamo patologías.

Lo que si me gustaría subrayar del primer artículo de la serie es, que si se lee con cuidado, no tiene ninguna intención de culpar de manera particular a nadie por la situación cierta de que el tema ambiental no fue incluido si no de manera un poco tardía en el Encuentro de Organizaciones Sociales, y que el episodio televisivo fue tal como se narró. 

Para mi personalmente, es totalmente inútil el ejercicio de repartir culpas. Me gusta mirar hacia adelante y en este país todos los actores debemos revisar nuestra acción y empezar a desarrollar una nueva manera de hacer las cosas. Comparto la frase atribuida a Albert Einstein que dice que: "No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo" y más aún la idea de que: "Hablar de crisis es promoverla, y callar en la crisis es exaltar el conformismo. En vez de esto, trabajemos nuestro talento y nuestras habilidades para encontrar soluciones, acabemos de una sola vez con la única crisis amenazadora, que es la tragedia de no querer luchar por superarla" Ese es la idea que está detrás de esta serie de artículos (y de este Blog)

Un último comentario, es que asumí el riesgo de nombrar a un personaje público conocido como Carlos Genatios como recurso comunicacional para llamar la atención de una situación: el hecho cierto que el discurso y la acción ambiental no ha sido asumida por la sociedad venezolana y que necesitamos conseguir entre todos soluciones urgentes a esta situación.

Muchas gracias a Alejandro Luy y bienvenidas cualquier otra contribución a esta discusión.

Alejandro

Tomado de: http://forotuqueque.blogspot.com/2012/03/abriendo-la-participacion-la-culpa-no.html?showComment=1331247601648#c5355268915058201060

NOTA DE PRENSA | ONG Una Montaña de Gente


Caracas, 7 de Marzo de 2012

NOTA DE PRENSA
ONG Una Montaña de Gente
Ciudad.-

A tempranas horas del día de hoy activistas ambientalistas hicieron acto de presencia en las oficinas de la Comisión Permanente de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la Asamblea Nacional, a objeto de constatar si los titulares de los Ministerios del Poder Popular para el Ambiente MINAMB y Energía y Petróleo MENPET, atenderían la invitación que les fuera extendida por la Comisión para conversar, en plenaria, acerca de los recientes derrames petroleros, acaecidos en los Estados Monagas y Anzoátegui, y, en caso de que acudieran, asistir a este encuentro en calidad de observadores, por parte de las Organizaciones No Gubernamentales y colectivos a los que representan.

Tras esperar, infructuosamente, durante toda la mañana, los activistas Orlando Moreno, director del Grupo Ojiru Vida Ecológica, y su compañero Manuel Benavides, también integrante de la mencionada agrupación, ambos estudiantes de Ingeniería
Electrónica del Politécnico Santiago Mariño, en  Maturín, Edo. Monagas, así como Cristina Vaamonde, Directora  de la ONG Una Montaña de Gente, miembro del Comité de Áreas Naturales Protegidas de la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales y presidenta de la Federación Ambientalista Internacional (Sede Caracas), junto al Economista Agustín Duque, dirigente comunitario, llegaron a la conclusión de que los Ministros no acudirían a la cita.

Antes de retirarse de las oficinas de Pajaritos, los ambientalistas conversaron con la Secretaria de la Comisión, Lic. Luisa Pinel, refiriéndole el motivo de su visita y entregándole una copia de la Carta Pública y Exhorto que, el pasado 1° de Marzo, consignaron ante MINAMB, con motivo del Derrame Petrolero en el Río Guarapiche y otros serios problemas ambientales que afectan a nuestra nación en la actualidad. Con toda diligencia, la Secretaria de la Comisión emitió el respectivo acuse de recibo y gentilmente instó a mantener el contacto y la comunicación, en concordancia con el espíritu de apertura de la Comisión hacia la ciudadanía organizada y gremios especializados.

Nuestras próximas acciones estarán enfocadas en solicitar sendas audiencias con el Ministro de Ambiente, Ing° Alejandro Hitcher y el Gobernador del Edo. Monagas, con la intención de conocer, de primera mano, mayores detalles acerca de lo ocurrido en Jusepín, Tascabañas y Costas de Píritu, al tiempo de demandar satisfacción a los diversos aspectos planteados en el Exhorto, en bien de nuestro país, el cual atraviesa el peor momento ambiental de nuestra historia.

Luego de la presencia en el entorno parlamentario, ya tocando el mediodía, los ambientalistas se apersonaron en la UCAB, para tomar parte en la Mesa de Hábitat e Infraestructura coordinada por el Ing° Carlos Genatios, en el Encuentro de Organizaciones Sociales EOS 2012, y, al final de la tarde, a la reunión de la Red de Vida y Ecología, completando así una movida jornada, a lo largo de la cual establecieron contacto con el Ing° Carlos Genatios, la Prof. Teolinda Bolívar, el Ing° Alejandro Luy, Presidente de la Fundación Tierra Viva y demás comentaristas de la Mesa, así como también con Andrés Eloy Olmedo, miembro del Grupo Ecológico San Pedro y de la AC Ciudadanos Verdes, representantes de PROVEA, el Ing° Gustavo Aguerrevere, presidente de la Sociedad de Amigos del Árbol SADARBOL, el Ing° Imerú Alfonzo-Hernández y el Oceanógrafo José Romero, directores de la Asociación Nacional de Ecodefensores ASONACECO, entre otras personalidades, con miras a acceder a la mayor cantidad de información especializada, sensibilizar al mayor número posible de ciudadanos y organizar una agenda conjunta respecto al sensible tema de los derrames petroleros.

Quienes suscriben, AC Una Montaña de Gente UMDG, Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales SVCN, Federación Ambientalista Internacional FAI, Econ. Agustín Duque (dirigente comunitario), Ojiru Vida Ecológica, Red Vida y Ecología, Asociación Nacional de Ecodefensores ASONACECO, a sus gratísimas órdenes, en Caracas, el 7 de marzo de 2012, Año Internacional de la Energía Sostenible para Todos.

Cristina Vaamonde Leáñez CI 10474714
Directora fundadora | AC Una Montaña de Gente UMDG unamontañadegente
Miembro del Comité de Áreas Naturales Protegidas | Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales SVCN
Presidenta de la Federación Ambientalista Internacional | Sede Caracas - Venezuela
Miembro activo | AC Ciudadanos Verdes
+58 414 3149655 | 212 537 7434               
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lunes, 5 de marzo de 2012

Vecinos denuncian ingreso de maquinaria y materiales de construcción a La Carlota

05-Mar 06:35 pm|YP
La Asociación de Vecinos de Chuao informó a través de su cuenta en Twitter que desde el domingo, han ingresado mezcladoras de cemento, camiones y grúas a la Base Aérea. Temen que dichos materiales sean utilizados en la construcción de viviendas y se aborte el proyecto del Parque Verde La Carlota









La Asociación de Vecinos de Chuao, Asochuao, a través de su cuenta en Twitter, denunció este lunes el ingreso de máquinas y materiales de construcción  a la Base Aérea La Carlota.

En mensajes publicados en la red social, señalan que han contabilizado al menos 24 mezcladoras de cemento, 18 camiones volteo y 24 grúas. Los vecinos temen que dichos materiales sean utilizados para la construcción de viviendas en la zona, cuando el año pasado desde el Ministerio para la Reconstrucción de Caracas  se prometió un decreto de zonificación de ese lugar para levantar el “Parque Verde La Carlota”.

“Rechazamos cualquier construcción inconsulta en Parque La Carlota, que atente contra el parque prometido y lo llene de concreto y no de árboles”, señalaron a través de su cuenta @asochuao

Fuente: http://www.el-nacional.com/noticia/25366/20/Vecinos-denuncian-ingreso-de-maquinaria-y-materiales-de-construccion-a-La-Carlota.html