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lunes, 5 de marzo de 2012

“Hemos sido permisivos con el daño ambiental"


Alba Marina Gutiérrez
El actual presidente de la Comisión de Ambiente, Recursos Naturales y Cambio Climático de la Asamblea Nacional (AN), Hiram Gaviria, quien es veterinario de profesión y ostenta una amplia pericia en agricultura, reconoció que conoce “muy poco sobre el asunto ambiental” como le sucedió cuando fue diplomático; luego, “humildad y dedicación” fueron clave para lograr experiencia.
Su hoja de vida dice que habla cinco idiomas; pero en el seno del parlamento le basta el español aderezado de diplomacia y empatía para conciliar. Negó la posibilidad de abandonar la comisión a mitad de período, como lo hizo su paisano zuliano, quien le precedió, Julio Montoya, para aspirar a la Alcaldía del municipio San Francisco en el estado Zulia.
A sus electores de Aragua les envió un mensaje: “el caso del Lago de Valencia, será prioridad”.
-¿Cuál es la meta para este período legislativo 2012-2013?
-Concentrarnos en las leyes que están elaboración para Bosques; las Áreas Bajo Régimen de Administración Especial (Abrae) y Agroecología. También otras leyes que surjan por iniciativa popular o parlamentaria, como la Ley sobre Cambio Climático. Haremos operativa la función contralora. Ver si los organismos públicos y el sector privado dan cumplimiento a la normativa existente. Hemos pedido a la Secretaría de la comisión una relación de las denuncias que se recibieron en 2011; las estamos clasificando. Estudiamos el ordenamiento jurídico nacional porque; aunque tenemos leyes e instrumentos legales sobre agua potable, protección de ríos, cuencas, lagos, desechos sólidos; no hay fiel cumplimiento de estas normativas legales.
-Existen denuncias sobre la presencia de mafias madereras, narcotraficantes y paramilitares en algunas de las Abrae. ¿Qué se ha planteado la comisión respecto a este asunto?
-Seremos muy celosos en nuestra función contralora. En el caso de las Abrae, si bien no existe una Ley particular, y por esa razón tenemos contemplado un instrumento legal, el 15 de diciembre pasado sancionamos la Ley Penal del Ambiente que tipifica cuáles son los delitos y establece las penas. En este caso particular, se cuenta con instrumentos para actuar dentro del ordenamiento jurídico, en esas Abrae que están siendo objeto de sobreexplotación o de encubrimiento de hechos penales, no sólo contra el ambiente sino contra las personas y los bienes. Usted cita las Abrae pero hay otros delitos denunciados.
-¿Por qué la legislación ambiental venezolana es tan laxa para sancionar en esta materia? ¿Por qué no existen presos en el país por daño ambiental o maltrato animal?
-Por dos razones. Una porque los instrumentos legales con los que contamos -en algunos casos- son muy generales y permiten escabullirse cuando comenten un delito ambiental. Pero la razón de más peso es la falta de voluntad política para hacer cumplir las leyes. Para nosotros, el ambiente es un tema distante, no vemos que su deterioro afecta nuestras vidas cada segundo. Pensamos que el verter aguas servidas o contaminantes en ríos o lagos no afecta nuestras vidas en lo inmediato; como consecuencia no hay una conciencia ciudadana sobre la necesidad de proteger el ambiente y menos del cumplimiento de las leyes. Eso explica porqué en el Lago de Tacarigua o Valencia, ha habido omisión, complicidad y desidia durante muchos años, por parte de los organismos públicos y del sector privado pero también de la ciudadanía.
-¿Qué propone para cultivar la corresponsabilidad ambiental? ¿Cómo movilizar la voluntad política?
-Que el liderazgo político de los poderes públicos en ejercicio, el liderazgo empresarial y los medios de comunicación entiendan que el tema ambiental es prioridad. Si no lo asumen, poco podemos pedirle al ciudadano común que lo haga. Esta práctica es impostergable. En esta fase el sector educativo tiene mucho qué hacer. Mientras que la labor de la comisión es asumir la responsabilidad para llamar la atención y hacer cumplir las leyes. Vayamos a casos particulares, no podemos tolerar que los gobiernos de Aragua y Carabobo, que tienen distintos signo políticos, sigan con indiferencia e indolencia ante un problema que les es inmediato. Hay que levantar con mucha fuerza la voz para que el liderazgo y la ciudadanía entiendan que el deterioro del ambiente causa efectos inmediatos, a mediano y largo plazo.
-El asunto ambiental está condicionado por la economía y la política ¿Es factible para Venezuela transitar hacia una economía verde? ¿Cuál puede ser la ruta?
-Cuando hablamos de desarrollo sustentable en Venezuela tenemos que poner de relieve que 95% de la base económica viene del petróleo; y la explotación de petróleo es sinónimo de deterioro del ambiente. Estamos casi atrapados. Vivimos de este recurso, sabemos que encierra deterioro ambiental y tenemos que hacer algo urgente. Otros países lo han hecho, como Noruega, donde hay una explotación petrolera respetuosa con el ambiente; porqué no hacerlo aquí. Entiendo que eso incrementa los costos de producción al refinar pero hay que hacerlo. En otros sectores la misma práctica debe aplicarse. En agricultura, hacer uso racional de semillas, fertilizantes, herbicidas que aumentan la producción pero destruyen el ambiente. Podemos reactivar pozos (existen unos 20 mil). Al recuperar 50% de éstos, con estrictos controles ambientales, pudiéramos llegar a 4 millones de barriles en un escenario de 4 o 5 años. Pasamos mucho tiempo siendo permisivos con el daño al ambiente; quizás porque la población era menor y no veíamos el impacto. La humanidad va hacia la economía sustentable. Esa tendencia marca el camino y presiona a los países productores de petróleo.

Tomado de: Quinto Día  http://quintodia.net/cambio-climatico/1559/hemos-sido-permisivos-con-el-dano-ambiental

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