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lunes, 28 de febrero de 2011

Es preciso resguardar debidamente nuestros Parques Nacionales. Caso Waraira Repano

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Waraira Repano no se cura de la deforestación
MABEL SARMIENTO GARMENDIA | lunes, 28 febrero 2011 07:00 a.m.

El Parque Nacional, llamado por los indígena Guariarepano sigue sufriendo los embates de las ocupaciones ilegales, principalmente en los lados de la vertiente oeste y en los linderos de la carretera vieja Caracas- La Guaira.
Quizás esta ocupación no es tan fuerte como el daño ecológico sufrido por los cerros de la vía Panamericana, hacia los Altos Mirandinos y en la carretera hacia El Junquito.

En el caso del cerro no es que esté desenfrenada la ocupación ilegal. Allí hay brotes en las zonas que fueron "urbanizadas" incluso décadas atrás.
El problema es que no se mantienen a raya, según dicen los mismos moradores de zonas como La Pastora y Mecedores. "Yo nací y me crié aquí. De eso hará 35 años, pero vemos que poco a poco la gente se mete más arriba y eso es un peligro", dijo Isabela Campos, al referirse ala situación que se presenta en Lídice.

También en Puerta Caracas hay signos de edificaciones avanzadas y en la frontera de Los Frailes con Macayapa hay otra docena de ranchos nuevos, aunque los voceros del consejo comunal de Macayapa señalan que no ha habido ocupaciones ilegales desde que se presentó la tragedia en noviembre y diciembre de 2010.

Un poco de historia. El Waraira Repano fue declarado Parque Nacional en 1958, mediante el decreto No. 473. Tenía una superficie de 66 mil 192 hectáreas. Posteriormente en 1974 fue ampliada en 19 mil hectáreas, para totalizar 85 mil 192 conforman esa zona verde hoy en día.

A pesar de que el parque cuenta con más recursos económicos e infraestructura que ningún otro, adolece de un profundo resguardo en toda la extensión de la palabra. Cierto que están los guardabosques de Inparques y la Guardería Ambiental de la Guardia Nacional haciendo lo propio. De hecho en 2010 agarraron en flagrancia a 21 ciudadanos, en su mayoría indocumentados, que pretendían armar ranchos dentro de los linderos. Sin embargo, hay flancos, en los extremos del lado norte, susceptibles a asentamientos informales.

Léase la falda de la carretera vieja Caracas-La Guaira, Macayapa, Lídice, Canaima y La Pastora (por los lados del oeste); y la zona hacia Guarenas-Guatire por los lados del este de la capital. Allí hay una zona protectora que está fuera de los linderos -cerca del terminal de Oriente- que ya fue devastada y transformada en un barrio..

En diciembre de 2010 hubo un anuncio presidencial (no es el primero, ya en 2005 cuando Jacqueline Faría era ministra del Ambiente se habló de desafectar 3.500 hectáreas) de subir la cota de construcción del cerro por los lados de La Guaira.
La idea era frenar las invasiones y reordenar las zonas. Eso fue una verdadera tentación para más de un necesitado de techo. Y aunque la propuesta no recibió el espaldarazo esperado, la montaña no se cura de las heridas causadas por estas actividades que son sancionadas por el Código Penal y la Ley del Ambiente.

En crecida. Hasta el 30 de marzo de 2008 el Instituto de Riesgo de la Alcaldía de Libertador había contabilizado 700 ranchos ubicados en los ángulos de los taludes del cerro, que tenían un sobrepeso estructural y carecía de redes formales para las aguas servidas, lo que genera severas filtraciones.
Para septiembre de 2010 Guardería Ambiental, contabilizó en el sector Canaima de Lídice 70 casas nuevas.
Hoy en día no hay censo estable, pues las ocupaciones se han conformado en consejos comunales y son ellos quienes manejan las estadísticas.

No obstante, por las noches la cantidad de bombillos prendidos da fe de que las barriadas están a medio camino del cortafuego. "Por las noches se ve la cantidad de bombillos ahorradores. Son casas que van comiéndose el cerro. Ese es un indicativo del desarrollo de las invasiones", según Ismael Padrón, habitante de Los Frailes.


Fuente:
http://www.ultimasnoticias.com.ve/Noticias/Waraira-Repano-no-se-cura-de-la-deforestacion.aspx

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